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Miedo a crecer parte II

Hace más de seis años cuando comenzamos Grafink teníamos miedo de comprar insumos, maquinaria, contratar personal y peor aún "gastar" en mobiliario. El principal factor que hacía que nos dé "miedo" era el dinero, bueno no el dinero exactamente, la falta de dinero para ser exactos. Porque, aunque no estábamos en pobreza extrema tampoco es que tuviéramos dinero para montar un negocio.

Como buenas emprendedoras nos dieron un préstamo y de ahí partimos. El crecimiento de la empresa siempre ha sido escalonado... ganamos, ahorramos, invertimos, ganamos, ahorramos, invertimos. Entonces a cada paso que damos para nosotras es un riesgo al 1000% ya que "si sale mal la idea" pues nos quedamos en ceros de nuevo.

Por eso es que a los emprendedores nos da miedo ir avanzando, porque todo es un reto, todo es incertidumbre y nunca sabes si las cosas saldrán como se planean.

Pero bueno, con el paso de los años le agarramos cariño al miedo, acumulamos experiencias, la vamos regando menos y por consecuencia comenzamos a acertar más.

Poco antes de la pandemia nuestras ventas estaban demasiado bien, en logística ya teníamos la mayoría de los procesos dominados, las ventas y envíos a toda la República comenzaban a ser más frecuentes.

Dijimos ¿Qué más puede pasar? Vamos a invertir AHORA SI en lo que no era taaaan importante años atrás, total que ya crecimos y esto debe verse mejor, si señor!! además que ya nos hacía falta espacio y comodidad.

¡Pues invertimos una vez más! ampliamos el taller, contratamos más personas, por fin se invirtió en la apariencia del local, ¡compramos siiiillas! sillas de las bonitas que no teníamos.

Y si, todo puede pasar, llego la pandemia.

Ahí es donde toooodos los miedos se reunieron, nos abrazaron y dijeron en coro: te lo dijeeee!!

Esa es mi experiencia devastadora, pero también puede ser una enfermedad grave que se lleve todos los ahorros; clientes grandes que desaparecieron sin pagar, sin saber que de eso depende la quiebra de una pequeña empresa, o una mala inversión que no genera ni un centavo de utilidad y posiblemente pusieron todo el dinero y sus esperanzas en ella.

Las posibilidades de que algo salga mal son muchas, sin embargo, dicen que el que no arriesga no gana. Creo firmemente que todo tiene una posible solución, solo hay que pensar estratégicamente y mover nuestras fichas para poder salir de ello. 

Cada negocio tiene una fórmula única, no todo es buena o mala suerte.

Pese a que "las ventas no eran las mismas" nunca dejamos de capacitarnos, claro que en esos momentos de incertidumbre teníamos que elegir meticulosamente en que invertir nuestro tiempo y dinero. Así es, el tiempo es incluso hasta más valioso que el dinero porque si no lo sabemos administrar se nos van las oportunidades.

A principios de este año estaba muy dudosa de pagar una asesoría con una empresa a la que admiro muchísimo, el costo no era tan elevado, pero repito en tiempos de incertidumbre hay que cuidar todo al triple.

Mi hermana y socia me dijo: ¡toma esa asesoría! Llevas mucho tiempo esperándolo y me dijiste que si queremos crecer como ellas tenemos que escuchar y aprender de personas como ellas.

Tomamos la asesoría, siguiendo la intuición que siempre nos ha caracterizado. Gracias a esa inversión aprendimos MUCHISIMO, lo pusimos en práctica esa misma semana, entramos a nuevos canales de venta y triplicamos las ventas de nuestras temporadas altas en 2021.

Derivado de esa asesoría y gracias a las fuerzas del universo conseguimos venderle por fin a un corporativo muy grande, esa era una de nuestras metas de cuando iniciamos hace más de 6 años!!

Y en medio de la pandemia y con todo el miedo del mundo pudimos lograrlo.

Cuando empiezan las noches de insomnio y ansiedad es cuando me doy cuenta de que se viene otro escalón. La experiencia que hemos tenido con el corporativo ha sido increíble, los procesos son tan limpios, transparentes, sistematizados, existe amabilidad extrema de parte de todos, te pagan a tiempo!!! No te regatean o te piden "su parte" (ok, no voy a hablar mal de los que ya sabemos que no pagan, pero que mal me caen).

Adicional a todo lo bueno, se vienen los retos. Hay muchas cosas que debemos mejorar, entre ellas nuestro catálogo, la página web, las fotos, productos ejecutivos, etc... Si queremos llegar a más clientes así ya sabemos que es lo que necesitamos para lograrlo.

En el post anterior escribí que crecer implica nuevas responsabilidades, nuevos miedos, "más chamba" y sobre todo compromiso, eso se nos viene ahora y estamos listas para este nuevo escalón.

No sabemos que nos depara el futuro incierto, pero sabemos que depende de nosotras. Si algo aprendimos del 2020 es a perderle el miedo a todo.

¡Si están en duda con algo, arriesguen! Piensen muy bien en su estrategia y háganlo. Seguramente algo bueno pasará.


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.