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Emprender en familia.

Era una tarde cualquiera en la tienda, yo estaba por salir pero antes verificaba algunos pendientes con nuestros colaboradores. Justo cuando estaba por irme sale mi mamá de la nada, atraviesa el taller y me pregunta con un grito desgarrador para lograr que la escuche a la distancia ¿Vas a traer tu ropa blanca para lavaaaar?

Dioooos, no puede ser. Pensé.

Obviamente TOOOODOS esperaban mi respuesta, a todos nos dió mucha risa… y si, tenía que llevar la ropa para lavar.

No importa que tan empoderadas, emprendesarias, masters o fregonas seamos, tu mamá siempre será TU MAMÁ y te preguntará lo que se le dé la gana en frente de quien se le dé la gana. Sí señor, así es esto. No crean que no intenté decirle que se pasó de lanza con lo de la ropa para lavar jaja, pero pues no salí victoriosa con mis acuerdos.

¿Por qué les platico esto? Nuestra empresa es nueva, tiene apenas seis años. Teóricamente no es una empresa familiar que tengamos en herencia o sucesión. Sin embargo, mi hermana menor es mi socia y mi madre mejor conocida en redes sociales como “La Presi”, es parte del equipo y un eslabón muy importante. Tengo en ellas al mejor team que se puede tener y sin dudarlo, no seríamos lo que somos si faltara una de nosotras. Entonces a pesar de ser un emprendimiento en crecimiento, lo que tenemos es una empresa familiar y hay que encontrar un balance para no terminar como Luisito Rey.

Como familia y como empresa, nos ha funcionado mucho la comunicación. Hablar, hablar, hablar es en un 70% la clave de que todo siga marchando bien. Si algo no nos parece, si algo puede mejorar en la tienda, si algo hicimos mal o incluso si nos alcanzó el estrés y dijimos cosas que no debimos decir, la única y efectiva solución es hablar y aclarar las cosas, comprender, ser empáticos, tomar lo bueno, acordar para futuros sucesos y sobre todo recordar que la familia siempre será lo más importante.

Mi hermana y yo tenemos bien delimitadas nuestras responsabilidades, el camino no fue nada fácil, al principio tuvimos que adaptarnos, aceptar que somos DEMASIADO diferentes y encontrar el balance para funcionar como negocio y mantener nuestros valores familiares como prioridad. Nos hemos adaptado a dividir y trabajar cada quien en lo que mejor sabemos hacer, aprendimos a delegar y a trabajar en equipo. No solo es mi hermana menor y mi socia, también es mi mejor amiga, la que me tiene que ver todos los días, la que me escucha, me aconseja, me regaña y me aterriza cuando vuelo de más.

¿Se imaginan perder todo eso por un negocio? ¡Jamás! Jamás lo permitiría, es por eso que trabajamos mucho en la integración, equilibrio y balance familia - tienda.

Problemas siempre habrán y como en toda empresa, de eso nadie se salva. Ahora imaginen que es con su hermana y su mamá, es TODO UN RETO. Aparte de la buena comunicación les quiero compartir algunos tips que nos funcionan y considero pueden funcionar en cualquier empresa familiar.

 1) La comunicación, como mencionamos al principio, considero que es lo básico. Una reunión al mes en un lugar agradable, bitácora de puntos a tratar, mente abierta para aceptar sugerencias y dialogar todo lo que les parece y lo que no, salir de ahí con acuerdos por cumplir y claro, pasar un rato agradable. No siempre serán juntas agradables, pero les aseguro que funcionan. El diálogo constante será su mejor aliado.

 2) Visión clara y pasión por el negocio. Estar de acuerdo en lo que se quiere a largo plazo, no importa cuánto tiempo les lleve, pero saber a dónde quieren llegar y que todos estén de acuerdo con ello. El motor en el emprendimiento es ese amor que le tienen a lo que hacen, despertar con ganas de crear cosas nuevas, estar ansioso por ejecutar nuevas ideas, todo eso hace que se trabaje en armonía y si todos están en el mismo canal ya tienen una gran ventaja en su equipo.

 3) El orden y los procesos. Establecer los roles de cada colaborador, horarios, procesos para cada actividad y sobre todo la responsabilidad de cada uno en la organización. Cuando todo tiene un nombre, una manera de ejecutarse y tiempos difícilmente puede salir mal. Incluso los sueldos, es un tema que muchas empresas familiares no delimitan y es de las primeras acciones que se deben dejar claras.

 4) No mezclar sentimientos con la empresa. Separa la familia de la empresa, no tomen decisiones pensando emocionalmente. Todos tenemos fortalezas y debilidades, debemos analizar bien qué actividad es la que podemos potencializar en cada persona. No actuar enojados y tampoco desbordando felicidad, siempre hay que ser neutrales tanto para lo bueno como para lo malo.

Hace unas semanas mi hermana me dijo algo sobre la tienda y yo no quería aceptar el acuerdo, cuando me quedé sin argumentos le dije bromeando soy tu hermana mayor y punto. Nos empezamos a reír, obviamente estuve mal, rectifique mi error y le di la razón pero una parte de mi inconsciente siente que es la hermana mayor y sobre eso hay que trabajar.

La parte de la ropa y mi mamá pues qué les digo, trabajamos todos los días en ello jajaja, hemos crecido mucho como familia y como empresa, no somos una familia normal porque las cosas cambian, pero también es divertido. Puede ser algo muy bueno o muy malo dependiendo de cómo se maneje desde el principio y sobre todo que nunca debemos dejar de aprender y buscar el equilibrio. La empresa familiar no es fácil, pero sin duda tiene recompensas muy buenas sabiéndolo equilibrar.

Si tienen un buen equipo en familia no lo duden y trabajen juntos, seguramente algo bueno sucederá. Si su mamá les grita algo sobre el lavado no le reclamen, por ahí NO está la solución. Se los aseguro.


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.