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Un buen feedback, el ingrediente secreto.

Ya casi son siete años desde que decidí emprender. Estas últimas semanas me he cuestionado mucho el rumbo de mi existencia. Tener una empresa es una suma enorme de obligaciones, responsabilidades, impuestos, más impuestos, muchos impuestos.

A veces me pregunto cómo estaría todo mi entorno si no hubiera tomado este camino. Como ya saben, mi hermanita es mi socia y estamos juntas en esto. En las buenas, en las malas y en las peores.

Y eso mismo me hace cuestionarme, ¿Será que mis decisiones cambiaron el rumbo de sus vidas? Me refiero a ella y a los que dependen de la empresa. ¿Qué estarían haciendo si todo esto no existiera? ¿Estarían mejor?

Se han de preguntar qué hago hablando de todo esto, pero a mí me daba muchas vueltas en la cabeza y un día platicando con otra amiga emprendedora resulta que ella igual había pasado por esas inquietudes.

Después de mucho analizarlo y hablarlo con más personas entendí que hay días buenos y días malos y, dependiendo de nuestra personalidad o nuestra situación cuando hay días malos cuestionamos todo. También entendí que esos días malos también están bien.

No podemos tener solo días felices, en mi caso, particularmente soy demasiado positiva y cuando me pegan los días malos… me pegan y mucho.

Lo que quiero compartir con ustedes es que todos pasamos por esas minicrisis y por muy malo que se sienta el día... todo pasa. A veces sentir eso nos ayuda a cuestionarnos cosas que en los momentos bonitos no tomamos en cuenta. Y esas reflexiones sin duda sirven para mejorar la empresa.

Derivado de mis múltiples reflexiones, a veces he sentido que no estoy al 100% a gusto con el concepto de la tienda, pero ni yo estaba segura del porqué. En los últimos 3 meses tuve dos asesorías con empresas que admiro muchísimo, lo que estaba buscando era un feedback pero que de verdad me dijeran que sí, que no y que jamás. Es decir, necesitaba que cuestionaran mi empresa, el rumbo que tiene y las metas que tenemos planteadas hoy en día.

Una de mis mentoras si me dio con todo, se me cumplió mi deseo y me dijo toooodo lo que estaba mal en mi tan querido emprendimiento. Me dolió, no lo voy a negar, tuve una mini depresión de tres días jaja, pero no triste, si no reflexionando cada cosa que me dijo que estaba mal, de acuerdo con las metas que tenemos.

Existen muchas cosas que por miedo no cambiamos y en ese lapso de indecisiones va pasando el tiempo y no nos acercamos a las metas que tanto queremos. Por ejemplo, hablamos del mercado al que queremos llegar. Algunas de las fotos que tenemos arriba no van de acuerdo con lo que estamos buscando. No podemos tener de cliente a TODO EL MUNDO, tenemos que segmentar cual va a ser nuestro mercado meta y enfocarnos en ello.

A nosotras nos pasó que el mercado nos eligió y no al revés. Entonces por años estuvimos ejecutando acciones derivado de lo que se “iba dando”, no está mal, para nada. Siempre hemos tenido ventas y eso es lo principal. Pero si queremos expandirnos más, el enfoque es otro.

Cuando por fin definimos cuáles eran los cambios que necesitábamos las inquietudes de las que les hable al principio comenzaron a desaparecer, a pesar de que se nos viene un largo camino de cambios y reestructura por fin me siento completamente convencida del futuro de la empresa.

No tengan miedo en pedir ayuda, mucho menos de recibir críticas. Agradezco muchísimo a todas las personas, mentores, clientes y amigos que siempre nos echan porras y nos dicen que la tienda está bien bonita y que no nos falta nada. Pero a veces se requiere de esa crítica dura, esas son las que te impulsan a mejorar, duelen, pero funcionan y mucho.

Después de mis tres días de mini depresión comprendiendo todo lo que había que cambiar y mejorar les juro que por fin sentí que tenía un rumbo suuuuper definido, antes de ese acontecimiento había un 10% en mi cabeza que no se terminaba de convencer y ni siquiera sabía por qué.

A pesar de que duele y enoja cuando les hacen críticas a nuestros negocios, hay que saber tomar esos consejos, escuchar y analizar. Claro que depende de donde venga la crítica ¿verdad? Las cosas se toman de quien venga, yo aplico algo muy sencillo: dime que has logrado y te diré si acepto o no tu consejo. También hay personas que hablan por hablar y pues así no llegamos a nada.

Otro punto importante es desarrollar y potenciar la seguridad y confianza en nosotros, esto siempre nos ayudará a interpretar adecuadamente las críticas recibidas y reconocer los errores. Si tienen dudas sobre sus negocios, si algo no termina de convencerlos o sienten que podrían estar mejor, busquen mentores, personas de confianza, personas que admiren y pídanles su opinión, un buen feedback les puede salvar de muchos errores y sobre todo les puede cambiar el panorama.

Recuerden que si vamos a emprender tenemos que reinventarnos siempre para no morir en el intento.


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.