loader

CÓMO COMENZAMOS SIN MORIR EN EL INTENTO.

Parece que fue ayer cuando decidimos dar el primer paso para emprender. Llenas de emociones, dudas, incertidumbre y muchísimas ganas de que todo salga bien. Esa adrenalina que solo se vive en los comienzos es como una droga para los que nos gusta todo esto. Demasiadas emociones encontradas, así describiría lo que fue para nosotras comenzar.

Si alguien es nuevo por aquí y no tiene idea de quién está escribiendo todos sus lamentos y tropiezos como emprendedora (y claro también las cosas bonitas).

Me presento. Mi nombre es Caridad Olguín y soy una emprendedora aferrada, inquieta de nacimiento y con muchas ganas de ir por la vida creando cosas. Acostumbro a hablar en plural (como al inicio) porque tengo una socia: ¡mi hermana! y sin ella NADA sería posible. Somos muy MUY diferentes, sin embargo, creo que parte de nuestro crecimiento se debe a eso. Nos complementamos demasiado y eso hace que las cosas funcionen.

Antes de emprender ambas teníamos un empleo, mi hermana renunció desde el día uno para poder estar al frente de la tienda y yo planeaba renunciar cuando llegáramos al quinto año ya que tenía muchísimos tiempos muertos en el trabajo que tenía en ese entonces y podía aprovecharlos manejando mi empresa desde mi computadora, pero no me resistí y a los dos años renuncié para ser emprendedora 24/7. Nuestra empresa se dedica a hacer productos personalizados, se las presento su nombre es: Grafink. 

Hacemos regalos, playeras, tazas, gorras, termos, vasos, cualquier producto que pueda estamparse, lo estampamos.

Pero al principio no teníamos todo eso, les cuento...

Nuestra historia comenzó en abril del 2015. No teníamos dinero, no teníamos local, jamás habíamos hecho una playera, solo nos sabíamos los tutoriales de YouTube, pero lo que sí teníamos eran ¡unas ganas de iniciar algo ya!

Primer problema, no teníamos dinero. Al inicio de ese año hicimos un proyecto para INADEM y logramos obtener un apoyo federal como de ochenta mil pesos, ya que salimos como aprobadas y era segurísimo que nos daban el capital, mi mamá nos prestó el dinero para poder iniciar y luego devolverlo. Fue así como compramos nuestras primeras máquinas, habilitamos un cuarto de la casa, utilizamos un comedor como escritorio y comenzamos.

No los quiero asustar, pero el primer año es el más duro de todos, el consejo que doy siempre es: ¡RESISTE! No siempre va a ser así, las cosas van a mejorar, los tiempos se van a adaptar, las ganancias van a llegar y sobre todo tendrán tiempo de disfrutar. La vida emprendiendo es algo que me encanta, pese a toda adversidad no lo cambiaría por NADA.

Cuando comenzamos, una ventaja que tenía era que sabía eso... el primer año iba a ser difícil, había leído muchísimo sobre el tema y según yo estaba preparada. Así que me aferré a que había que chingarle, darlo todo, estar siempre, aprender, aprender, aprender y sobre todo aprender antes de exigir.

Nos desvelamos casi todos los días trabajando porque solo éramos nosotras dos, realmente fue muy cansado, comenzamos con ventas que eso fue súper bueno y no decíamos que no a nada. Echamos a perder muchas cosas, cometimos muchísimos errores, perdimos algo de dinero… ¡sí, sí y sí! Todo eso pasa y está bien, es parte del crecimiento.

Creo muchísimo en tener una mentalidad positiva, estoy segura que eso ayuda montones. Miedos tenemos todos, pero si entramos a esta aventura pensando que vamos a fracasar, seguramente estaremos atrayendo la mala vibra. Crean en su proyecto, sobre todo crean en ustedes. Imaginen que van a ser la empresa más grande, la empresa a la que admiran tanto. Seguramente eso les dará la motivación para no rendirse y cumplir sus objetivos.

¿Por qué el primer año es tan difícil? Generalmente por la inexperiencia, no solo en el sector en el que quieran desarrollarse, emprender en todos los sentidos es un gran reto. Algo que hacemos siempre y me atrevo a aconsejar es que debemos de aprender y hacer todo nosotros al principio, los procesos, la maquila (como en nuestro caso), la atención al público, estrategias de venta, redes sociales. Conozcan su negocio de principio a fin para saber contratar correctamente, para poder delegar en el momento indicado, para que cuando tus colaboradores tengan dudas sepan resolverlas y sean parte de un todo.

El primer reto siempre será vender, si no hay ventas no hay negocio. Puedes tener la empresa más bonita de todas, pero si no vende no funciona, no hay ganancias, no hay reinversión, no hay crecimiento. Nosotras decidimos no invertir en imagen cuando comenzamos, compramos las máquinas, stock para una pequeña bodega, nos arriesgamos con proveedores mayoristas, canalizamos todo para dar el mejor servicio y buena calidad en los productos. Esa estrategia nos funcionó.

No sé si sea el mejor consejo, supongo que no lo es para una empresa que depende de su imagen como un hotel boutique, por ejemplo, sin embargo, el punto es invertir correctamente y hacer lo que puedas con lo que tengas. Maximicen la poca o mucha inversión que tengan al empezar para hacer que su producto sea el mejor, ofrezca una solución, den un buen servicio y los clientes van a llegar, de verdad no les va a importar si tienen las mejores sillas o la mejor losa, no se dejen llevar por el ego porque es una de las principales causas del fracaso en pequeñas empresas nombrado de diferentes maneras, pero bueno eso es todo un tema.

No tengan miedo de arriesgar con proveedores fuera de su entorno, investiguen MUCHO, esa es la clave para que no los estafen. Depende del giro de cada negocio los problemas que pueden tener en cuanto a costos, proveedores e insumos. Pero si algo es ley es que cuando se compra en mayoreo y se mejoran los precios los números suben. Hoy en día estamos a un click de distancia de toda la información que necesitamos, cada vez hay menos intermediarios porque es más fácil encontrar a los proveedores directamente.

Nuestro crecimiento como empresa ha sido muy paulatino, desde que comenzamos queríamos hacer algo que pudiéramos vender por lo menos en todo el país, algo tangible que pudiera enviarse fácilmente y sobre ello hemos avanzado, son muchísimas las cosas que hemos tenido que aprender, desde envíos, embalajes, procesos más eficientes, negociaciones, créditos con proveedores, de verdad el camino ha sido largo, pero siempre con las metas a corto y largo plazo muy bien establecidas. Tener un camino muy bien definido hace que las cosas se vayan logrando, es como tener un mapa, si no sabemos a dónde vamos nunca vamos a llegar. No importa que tan grande sea la meta que se pongan, planifiquen y cambien el plan las veces que sean necesarias para lograrlo. Pero SIEMPRE tengan un plan.

Nuestra organización mental es otro factor muy importante. Tener muy claro que queremos, hasta donde queremos llegar con la empresa y como vamos a llegar ahí. Plasmarlo en una libreta y poner un orden es todavía mejor.

Muchas veces queremos algo tan grande que al pensar todo lo que nos falta por recorrer nos abrumamos solo de pensarlo, nos entra ansiedad y decidimos que así estamos bien y ‘para que le movemos ¿no?’

Esto se puede evitar si le ponemos un orden cronológico a todo, primero decidir nuestra meta más grande y de ahí ir fragmentando, pueden rayar cuantas hojas quieran, volverse locos un rato, hacer mapas mentales, abrumarse, tomar café y seguir, tomarse el tiempo que necesiten para ello, pero al final tener un mapa, un mapa que nos va a guiar a lo que queremos conseguir.

Nosotras estamos enamoradas de nuestra empresa, queremos que siga creciendo día a día, la hemos reestructurado varias veces, siempre con el mismo sueño, pero mejorando los procesos y escogiendo lo mejor para nuestras finanzas, hay que invertir con la mente y crear con el corazón.

La pandemia nos golpeó muy duro, como a muchas empresas. Hay que adaptarse, no hay de otra, los cambios siempre traen algo bueno, suena bien trillado, pero es la verdad, la zona de confort siempre está a la vuelta de la esquina y cuando todo va bien nos relajamos, pero cuando las cosas van mal la creatividad llega. 

Algo que me ha servido muchísimo a lo largo de estos seis años es escuchar podcast con historias de emprendedores reales, todos los consejos son buenos, aprendes de sus éxitos y también de sus fracasos, te identificas y sientes un alivio increíble, no porque la están pasando mal, claro que no… pero así podemos ver que lo que nos pasa es más normal de lo que pensamos. Si prestamos atención a esos consejos nos pueden ahorrar tiempo y en ocasiones hasta dinero.

Para finalizar y no aburrirlos, a todos los que empiezan o quieren empezar les diría:

El primer año es el más MÁS DIFÍCIL, pero tranquilos ya que va a pasar.

Contraten y deleguen para poder crecer.

Investiguen y nunca dejen de aprender. Siempre hay muchísimos más atrás de ti que están por empezar.

El tiempo es lo más valioso que puedes tener, no lo desperdicies.

Y muchísimo focus, focus, focus. Sin un camino trazado no podemos saber a dónde queremos llegar.

Si están seguros de empezar algo... ¡Háganlo! Nunca vamos a tener la certeza de estar haciendo lo correcto, la vida se trata de intentar las veces que sean necesarias. Siempre y cuando eso les haga felices.

Si les hace feliz, ahí es.


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.