loader

Todos somos emprendedores.

Hace algunas semanas me invitaron a impartir una materia de emprendimiento en una universidad de mi ciudad. Nunca había dado clases, estaba un poco aterrada al respecto, pero traté de relajarme y me puse a investigar sobre lo que les iba a enseñar a los nuevos universitarios. 

La primera unidad son conceptos básicos del emprendimiento, sin embargo, no sé cuándo fue la última vez que leí sobre ello, normalmente damos por hecho que ya lo sabemos de memoria ya que nos dedicamos a esto, ¿no?

Mi sorpresa fue que en estas últimas semanas he aprendido mucho al respecto, me puse a recordar que, cuando estudié mi licenciatura creo que el término emprender ni siquiera existía. Eso ya tiene algunos añitos jaja.

En estas semanas recordé cuáles son los talentos que tienen los emprendedores, qué los caracteriza y cuáles son sus valores. La personalidad emprendedora es muy peculiar.

Deben tener cierto grado de positivismo para afrontar los retos, ser resolutivos, creativos, enfocados, confiar en sí mismos, creer en sus proyectos, ser resilientes y la lista ¡sigue y sigue!

En algún momento pensé, ¿debemos tener todo bien? ¿ser los que más aguanten? ¿los más positivos? ¿los más “adaptables”? ¿en qué momento descansamos? Ah, es verdad, también debemos tener talento para equilibrar nuestras vidas y no morir en el intento ¡Pobres de nosotros los emprendedores! Pensé.

Bueno, estaba yo con muchas emociones encontradas pensando en las demás profesiones y porque me había gustado la más complicada. Hasta que llegué a un tema muy interesante, nuevo para mí. En donde explican por qué todos tenemos o deberíamos ser emprendedores tengas la profesión que tengas.

Leí un artículo muy interesante en donde explican que las empresas actualmente buscan fuerza laboral con espíritu y talento emprendedor. En otras palabras, personas proactivas, independientes, enfocadas a sus objetivos y sobre todo que piensen cuál es la mejor manera de mejorar la empresa.

También encontré una reflexión de Muhammad Yunus, Premio Nobel y pionero en emprendedurismo, me encantó y se las comparto:

Todos los seres humanos somos emprendedores. Cuando estuvimos en las cuevas, fuimos autoempleados. Estábamos buscando nuestra comida y alimentándonos a nosotros mismos. Es aquí donde la historia comienza. Pero cuando vino la civilización estas habilidades fueron suprimidas. Nos obligaron a convertirnos en la “fuerza de trabajo” y nos olvidamos de que en los inicios tuvimos los Talentos del Emprendedor.

Todo esto me llevó a repensar que en realidad no tenía la profesión más complicada, que había dramatizado baaaastante y que todos tenemos talento emprendedor en nuestra personalidad, solo tenemos que aprender a identificarlos.

Cuando logramos conocer a profundidad esa parte, todo nuestro trabajo se vuelve más placentero, comenzamos a disfrutar de nuestras actividades porque logramos enfocar nuestra energía en lo que mejor sabemos hacer y por ende en lo que más nos gusta.

También podemos identificar si el trabajo en el que estamos es o no realmente para lo que somos buenos, no somos árboles, si no estamos a gusto en un lugar podemos movernos, eso evita muchos malos ratos tanto para el empleado como para la empresa y también se dejan de vivir vidas muy tristes o frustrantes.

Les comparto algunos ejemplos de talento emprendedor, para hacerlo un poco más claro. Existen personas con enfoque en los negocios, otras con mucha seguridad en sí mismos, humanos con mucho talento creativo, perfil empoderador, personas determinadas, los que disfrutan estar automotivados, talento para buscar conocimiento, los que inspiran, y no pueden faltar... los que toman riesgos.

Imaginemos a una empresa con puros creativos, o que tengan únicamente a tomadores de riesgo, definitivamente sería un caos. Como mencionaba al principio, las empresas ahora buscan talento emprendedor para formar equipos de trabajo que se complementen de forma integral y lograr con ello resultados extraordinarios.

La licenciatura en la que imparto la materia de Creatividad y Emprendimiento es de psicología, el reto es que ellos se conozcan a sí mismos, encuentren sus talentos y puedan tener una imagen de marca que los caracterice. Ya sea para que tengan su propio consultorio o que trabajen para alguna empresa.

Sea cual sea nuestra profesión necesitamos tener un diferenciador que nos haga únicos, eso sin duda abre camino a muchas oportunidades. 

Y tú, ¿Ya conoces tus talentos?


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.