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Diversificar siempre es una buena idea.

Hay un refrán súper antiguo que escuché toooda mi vida, pero jamás le presté atención: “No pongas todos los huevos en la misma canasta”. Ahora lo entiendo perfecto.

En el mundo del emprendimiento si hay algo seguro es la incertidumbre, ni el mejor plan de marketing o proyecto de inversión pueden asegurarte de que las cosas saldrán como quieres. Son una excelente herramienta para tratar de que nuestras metas y objetivos se cumplan, pero no podemos asegurar que el entorno se comporte a nuestro favor TODO el tiempo.

Hablando desde mi experiencia con una tienda de productos personalizados, ya es muy notorio después de seis años cuando son nuestras temporadas medias, altas y bajas. De entrada, siempre tenemos que prepararnos para todas, cuando es temporada baja aprovechamos el tiempo para mejorar procesos, verificar en qué estamos mejorando o fallando, hacemos promociones y tratamos de que no nos brinque el ojo porque hay menos ventas. Cuando se viene la temporada alta también tenemos que prepararnos previamente para tener suficiente mercancía en bodega, adelantamos promociones para que la maquila no se sature solo en ese periodo que ya conocemos y podamos maximizar las ventas.

Adicional a la producción también tenemos que acoplar las finanzas de la empresa para los meses altos y bajos, eso es un error muy común en pequeñas empresas o emprendimientos nuevos. No puedes ir gastando todo el capital así como va entrando, para eso son los proyectos financieros para diferenciar la inversión de los gastos fijos y con esa información ir programando todo para no quedarse sin dinero y luego acudir a préstamos, o en el peor de los casos, cerrar el negocio porque no generó lo suficiente.

Se estarán preguntando qué tiene que ver todo esto con los huevos y la canasta. Pues es bien simple, aunque tengan la mejor administración tanto financiera como productiva, la incertidumbre siempre va a estar y se pone peor cuando solo tenemos un ingreso.

Poner los huevos en diferentes canastas significa que tengamos varias fuentes de ingreso, si ponemos todo el dinero (huevos) en un negocio (la canasta) y ese negocio falla o por alguna razón deja de tener ventas, tus ahorros, tu capital o tu patrimonio pueden ir desapareciendo.

En cambio, si en la medida de lo posible vamos invirtiendo en otros proyectos, el día que uno de ellos tenga números rojos probablemente el otro negocio te saque a flote. No se trata de decidir entre uno y otro, se trata de ir teniendo más opciones en la medida de lo posible con el tiempo y la inversión.

Aquí entran en juego los famosos ingresos “pasivos” que en lo particular me encantan. Estos son negocios que no requieren de tu máximo esfuerzo o de todo tu tiempo y por sí solos deberán estar generando utilidades. Nuevamente hablando desde mi experiencia les pondré un ejemplo, cuando llevábamos dos años con nuestra empresa de productos personalizados y ya teníamos un ahorro decidimos invertir en la plataforma Airbnb, ese “ahorro” eran utilidades de la tienda, sin embargo, tomamos la decisión de invertir en un segundo negocio antes de seguir expandiendo el primero. Esta decisión se tomó pensando en que si en algún momento fallaba la tienda podríamos tener otro negocio que nos rescate.

Y efectivamente funcionó. Al principio claro que hay chamba, tienes que adecuar y levantar el negocio, en este caso fue una casa que tuvimos que transformar en hospedaje, tuvimos que iniciar nuevos procesos de limpieza, de compra de insumos y comenzar a posicionarnos en el sector turístico. Como nos dimos cuenta de que si era redituable seguimos invirtiendo en el segundo negocio (dejando en pausa el primero) hasta convertir una propiedad en cuatro departamentos independientes y en algunos meses los ingresos ya se movían solos. Conseguimos un segundo negocio que funciona con ingresos pasivos, por el giro que escogimos no nos absorbe tiempo, la plataforma se administra desde donde estemos porque está en el celular y con procesos bien establecidos podemos delegar funciones.

Volviendo a la parte de que un negocio te puede salvar el otro, hasta ahora no nos ha pasado como tal, sin embargo, la temporada más baja que tenemos en nuestra tienda es ahora en verano ya que por vacaciones las ventas bajan bastante. Y es ahí donde entran nuestros Airbnb, los cuales están en su temporada alta por lo mismo que son vacaciones. De esa manera logramos nivelar meses y el camino se hace menos estresante.

Así como este ejemplo hay muchos más tipos de negocio que te van generando muy buenos ingresos y no requieren que dejes de lado otros proyectos. Los cursos en línea son una opción increíble cuando eres experto en algún tema, primero generas un buen contenido en video, la edición y todo ese proceso te va a llevar un tiempo, pero una vez que generes el producto final puedes venderlo la cantidad de veces que quieras, hay muchas plataformas hoy en día que sirven para eso e incluso facilitan la difusión y exposición para maximizar la venta de tu producto.

Primero que nada, identifica para qué eres bueno y que te hace diferente de los demás, observa tu entorno y analiza cuales son las oportunidades que tienes. La tecnología es una gran herramienta para buscar información que nos ayuda a avanzar, hay que hacer buen uso de ella. Ya no hay límites para llegar a todos los rincones del mundo.

Y recuerden, es importante contar con múltiples fuentes de ingreso no solo para no irnos a la quiebra en tiempos difíciles, si no para duplicar y triplicar los ingresos. Hay que estar siempre un paso adelante, eso nos ayudará ante cualquier adversidad.


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.