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¿Y si el negocio no me "deja"?

La pregunta del millón de dólares siempre es: ¿Cómo puedo saber si mi negocio va a ser redituable? En mi experiencia creo que no hay una técnica 100% segura de saber si un negocio será rentable o no. Me lo han preguntado muchas veces y lo único que puedo compartir desde mi experiencia es: intentándolo.

Tampoco es tirarnos al vacío con la primera idea que se nos venga a la mente, todo conlleva un análisis previo, el tipo de mercado al que vas a entrar, la zona en la que te encuentres y sobre todo si tu producto o servicio está brindando una solución. Para ello hay muchísimos artículos en internet que pueden ayudarnos a dejar la idea más clara, tenemos todas las herramientas a nuestro alcance solo es buscar correctamente a los expertos.

Debemos tener bien definido el modelo de negocio y arrastrar bien el lápiz para tener un cálculo aproximado de los números y no morir en el intento.

Hace unos años platique junto con un amigo sobre este tema y entrados en la plática me dijo algo que nunca voy a olvidar: a la comida se le gana más del 100%. En automático le contesté que eso es un mito y que incluso no existen negocios con una utilidad del 100%. Dicho lo anterior, comenzó a explicarme porqué SÍ se le puede ganar el 100% a la comida, las ventas eran de comida rápida para algunas dependencias, la empresa era meramente familiar, me explico que se levantaba muy muy temprano a preparar todo, luego salían a repartir y por las tardes comprar nuevamente lo del día siguiente, en resumen.

Entonces antes de explicarle el porqué no estaba ganando el 100% como aseguraba primero le pregunté: Si ganabas esas utilidades ¿Por qué no seguiste con el negocio? Ya quisiera yo tener utilidades del 50% o 60%, jamás lo dejaría!!

Me contestó que era un trabajo muy cansado y que no le daba tiempo de nada.

¿Y por qué no contratas gente para que todo sea un proceso e incluso puedan abarcar más? A lo que me contestó: no, porque no va a alcanzar. 

Entonces le dije, ahí está la respuesta. Un modelo de negocio debe contabilizar todo, absolutamente todo. Los empleados, el gas, el tiempo, el local, los impuestos, la luz, el internet, las herramientas de trabajo, ¡bueno... la estufa de tu casa! todo.

Si no contabilizamos todo eso, simplemente no tenemos un negocio, porque en algún momento algo va a colapsar.

Para no seguir dándole vueltas le expliqué mi ejemplo del pozole dominguero.

Conozco muchas señoras que también aseguran que a la comida se le gana el 100% y venden pozole los domingos, ¡claro! si solo venden los domingos, con la luz e infraestructura de su casa es muy probable que esos gastos no entren.

Con la venta dominguera salen muy buenas ganancias porque es un día, que pasaría si vendieras pozole todos los días de la semana, ¿te comprarían diariamente tus mismos clientes? la comadre, la vecina, los primos… no, muy probablemente no.

Al no tener tanta venta como el domingo, vas a necesitar tener publicidad o algo para promocionarte y conseguir más clientes. Sumándole a esto que va a ser muy desgastante estar levantando pedido todos los días. Deberías tener un stock (un inventario de algunas cosas) para ir vendiendo con la marcha día a día. Habrá días que tengan mucha venta y días que no te compre nadie, todo eso es parte de un negocio.

¡Además! ahora sí tendrán que contabilizar la luz, el gas, el agua, los sueldos, seguro social, (porque la utilidad neta es libre de sueldos, esos son gastos fijos), la depreciación de las cosas y todo lo que se utilice porque ya va a ser muy notorio. Eso sin contar con los impuestos, permisos y licencias que pagan todos los negocios de comida, si le preguntan a un restaurantero si se gana el 100% de utilidad neta es muy probable que les digan que no.

Con todo lo anterior no quiero decir que sea un mal negocio la venta de comida, por supuesto que no. Incluso es uno de los negocios con MAYOR utilidad en el mercado. Pero tenemos que ser realistas, no es el 100%. Y qué pasa cuando calculamos mal, los negocios terminan cerrando, como le pasó a mi conocido que hasta el día de hoy no ha regresado a su negocio que le dejaba el 100% de utilidad, ¿ustedes lo dejarían?

Les platico esta historia porque muchos emprendimientos van por la vida dando de tumbos por estar mal informados, muchas veces incluso abaratan su producto o servicio, terminan quebrando, cerrando y desgraciadamente perjudicando a otros negocios que tenían precios justos.

Antes de abrir una empresa consideren siempre estos puntos, no son todos, pero seguramente les servirán de ayuda para trazar ese largo camino hacia el emprendimiento: 

1) Resolver un problema. Si tu servicio o producto resuelve un problema, vas bastante bien. No tratemos de inventar el hilo negro, ni de crear soluciones a problemas que solo tenemos en nuestra cabeza. Hay que ser muy realistas para no perder ni tiempo ni dinero.

2) Costos. Hagan una lista de TODOS los gastos fijos y variables que van a tener. Desde un post it hasta el wifi, todo se contabiliza, todo es dinero, los gastos hormiga suelen ser los peores.

3) Mercado definido. Seguramente el mercado que proyectes va a cambiar cuando comiences a vender, pero es bueno tener una planeación e investigación previa para saber qué tan rentable puede ser tu producto.

4) Conocer los riesgos. Tener siempre un plan B y no comenzar con números rojos es fundamental, nunca podremos saber si alguna circunstancia ajena a la empresa podría derrumbarnos.

5) Retorno de inversión. Si no tienen experiencia en números, busquen a algún experto en el tema y hagan una proyección financiera. Lo más real posible, nada de fantasear. Proyecten el mejor y el peor escenario y calculen cuándo van a recuperar su inversión. La mayoría piensa que eso pasa por arte de magia en el primer año y no, en la vida real no es así.

Dependiendo de cada negocio cambian todos los factores, un análisis previo puede ahorrar muchísimo tiempo y sobre todo dinero. Investiguen, pregunten, entren a Google, es probable que terminen con más preguntas que con las que comenzaron, pero eso es una buena señal.

Saber siempre traerá más beneficios que ignorar. Que nada los detenga.


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.