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Que todo fluya y que nadie influya.

Hace unos días platicaba con unos amigos que estamos viviendo en una era veloz, tenemos muchísimas cosas nuevas, cada día algo nos sorprende, la información está a nuestro alcance en todo momento. Vivimos en la era de la oportunidad.

Sin embargo, con tantas cosas a favor, tantas oportunidades y posibilidades de elegir libremente, hay demasiada gente estresada e insatisfecha con su vida.

Tengo la teoría de que eso pasa cuando tenemos tantas opciones frente a nosotros. Cada vez hay más carreras universitarias, más opciones de trabajo, es más fácil conectar con amigos y personas, incluso para encontrar pareja ya existe Tinder. Al tener tantas opciones enfrente nos abrumamos porque probablemente queremos más de una, no sabemos cuál elegir y todo se complica. Le sumamos la exigencia de la sociedad en la cual te apuntan, señalan y te bombardean de preguntas sobre tu futuro, sobre lo que ya lograste, sobre lo que quieres obtener de la vida. Creo que en eras pasadas eso no era tan estresante. Actualmente queremos abarcar mucho y eso nos agota.

En fin, no creo que esté mal la era de la evolución en la que estamos. Tampoco creo que debamos conformarnos con poco, ni siquiera existe un parámetro de lo que sea poco o mucho, al final todo está en nuestra cabeza y en nuestro entorno.

Por el contrario, pienso que debemos sacarle el mayor provecho posible y para eso tiene que importarnos un carajo lo que piensen los demás. Hagan una pequeña pausa y observen a su alrededor, los amigos con los que conviven, sus compañeros de trabajo, su familia, su pareja, incluso sus vecinos. ¿Qué trabajo tienen? ¿cómo viven? ¿cuáles son sus pláticas?…

Casi puedo asegurarles que las metas de vida van relacionadas con su entorno, pondré un ejemplo muy hipotético, supongamos que cero es ser pobre y 10 es ser rico, si tu vecino es un 7 y tú eres un 4 tu mente va a estar luchando por ser un 7. No se va a conformar con un 4 o con un 5, pero tampoco va a frustrarse por no ser un 8. Esto me lo acabo de inventar no crean que es algo científico jajaja.

El punto al que quiero llegar es que generalmente tendemos a compararnos consciente o inconscientemente y eso puede ser muy bueno o definitivamente devastador. Si a tu vecino le va mejor que a ti, pueden pasar dos cosas: te da gusto ver lo que ha logrado y eso te motiva a crecer más ya sea en lo económico, físico o emocional e incluso su compañía puede ayudarte a hacerlo mejor y más rápido. La segunda opción que puede pasar es que ese “vecino” te genere frustración, ira, estrés, envidia, celos, y bueeeeno, la lista es todavía más larga en esta opción.

Tenemos que decidir de forma personal cada uno de nosotros qué es lo que realmente queremos obtener en la vida y cuál es la lucha que queremos vivir. Sea cual sea nuestra decisión de vida se requiere de trabajo duro, un buen enfoque y mucha perseverancia.

Pero mi MAYOR consejo para lograrlo siempre va a ser: que nos importe un carajo los demás. Si añadimos esto a nuestra vida diaria les JURO que las cosas van a salir mejor, el camino será más agradable y sobre todo satisfactorio. De nada sirve llegar a la meta sin disfrutar del viaje.

Esto parece más un blog de vida que de emprendimiento, ya sé. Pero no se vayan jaja ahora les explico por qué todo este rollo del vecino.

Muchas veces estamos en trabajos que no queremos, incluso hay quienes emprenden por moda o simplemente van por la vida sin siquiera saber qué es lo que realmente los hace felices. Eso es un suicidio.

La autocrítica es la llave para estar bien.

Tomémonos un tiempo para reflexionar qué queremos hacer con nuestra vida. No importa la edad que tengan, nunca es tarde para hacer esto. Cuando uno encuentra lo que lo hace feliz, pasa como cuando te enamoras y sabes que es la persona correcta, así igualito. 

En alguno de los blogs anteriores ya había escrito algo similar, sin embargo, en lo que quiero enfatizar hoy es en que solo tenemos una vida y en nosotros está decidir qué queremos hacer con ella, no nuestro vecino.

Hay una frase muy famosa de Jim Rohn que dice así: “Eres el promedio de las cinco personas que te rodean” el autor se va más por lo que adoptamos de nuestro entorno, eso está muy bien y también debemos de analizarlo, porque podemos estar en un ambiente muy positivo o tóxico. Cuando les dije que manden al carajo a todos no me refiero a que se alejen de las personas, ¡NO! Simplemente decidan por cuenta propia qué es lo que quieren hacer y lograr con SU vida, qué es lo que REALMENTE les hace felices. Y no, no se trata de dinero, cuando hablo de trabajo reiteradamente es porque es lo que más tiempo hacemos en el día. ¿Tiene que ser algo que nos agrade no?

Mi concepto de felicidad muy probablemente no sea el de mi vecino y eso incluso me consta, porque en una ocasión hace como 3 años uno de mis vecinos técnicamente me sermoneo porque se había enterado de que renuncié a mi trabajo, un trabajo que para nada me hacía feliz. Ese día me di cuenta de algo, soy famosa en mi cuadra jajaja, solo con eso me quedé, ni siquiera lo contradije, le agradecí por su preocupación y le dije que cuando quisiera una taza personalizada ya sabía dónde estábamos.

Aprovechemos esta era llena de oportunidades para tener una vida increíble, hoy es mucho más sencillo todo. Desgraciadamente el estrés que nos generan los entornos hace que todo se sienta complicado. Cuando lleguemos a una edad más avanzada les aseguro que vamos a querer regresar el tiempo para hacer las cosas sin voltear a ver a nadie.

Les comparto otra vez una de mis frases favoritas.

Si no vivimos la vida a nuestra manera ¿De quién es la vida entonces?


Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad exclusiva de la autora y no representan necesariamente los puntos de vista de la MGDE.